El mejor consejo es un cambio de hábito: abrí siempre la tapa desde el centro, nunca desde las esquinas.

Al levantar la pantalla desde un solo costado, generás una palanca desigual que fatiga una sola bisagra hasta que el plástico cede. Abriéndola desde el medio, la fuerza se distribuye igual. Además, recomendamos un mantenimiento anual para que limpiemos y lubriquemos el mecanismo de metal.