Para asegurar la vida útil de tu equipo, recomendamos hacerlo de forma preventiva una vez al año, o como máximo cada 2 años. Tené en cuenta que las pastas térmicas tienen una vida útil y se secan con el tiempo, perdiendo su capacidad de transmitir calor. Importante: Si usás tu notebook para Gaming, Diseño Gráfico o Renderizado (uso intensivo), el desgaste es mayor y la recomendación es estricta cada 12 meses para evitar caídas de rendimiento justo cuando más exigís la máquina.