En la gran mayoría de los casos, la respuesta es SÍ. Si bien algunas pantallas específicas pueden tener un costo elevado, comprar una notebook nueva con las mismas prestaciones (mismo procesador, RAM y calidad de imagen) suele requerir una inversión mucho mayor.
Reparar es la opción inteligente para:
-
Ahorrar dinero: Pagás solo el componente dañado, no un equipo entero.
-
Mantener tu comodidad: Seguís con tus programas, archivos y configuraciones tal cual las tenés, sin perder tiempo en migraciones.
-
Recuperar valor: Incluso si planeás venderla, una notebook con la pantalla sana se vende mucho mejor que una rota.
Recomendación: Antes de descartar tu equipo, pedinos presupuesto. Muchas veces los clientes se sorprenden de que el arreglo es más accesible de lo que pensaban.
Deja tu comentario